domingo, 21 de noviembre de 2010

De cómo lo imposible llega a tu vida cuando más lo anhelas


Hacía mucho tiempo que no me acercaba por estos parajes de caminoalanada. Tal vez no lo necesitaba, tal vez estaba demasiado aturdida dando vueltas sin parar en la noria infinita.

Pero ahora de nuevo tengo la necesidad de expresar mis sentimientos, mis últimas experiencias, mis últimos éxitos y fracasos por el deambular de la vida. De modo que heme aquí, bajando una y otra vez a los infiernos del mundo, sacando de mis entrañas lo que me quema, lo que me pasa en esta vida.

Me he sentido atrapada en una rutina horrorosa, una vida mediocre, una lucha inútil que jamás ha dado sus frutos, ni los dará, una soledad implacable que ha invadido mi alma sin tregua.

Con una situación laboral en la que el ignorante no puede tener la voz más alta, ni la opinión más desacertada. Obedecer al absurdo es algo que mata a cualquier alma inquieta y equilibrada con su ser. Pero así es.

Apostando en los últimos seis años por sacar adelante una relación estéril. Una relación que casi me deja vacía hasta los huesos. Intentando mover los muros de mi propia alma para dejar paso a una felicidad que jamás he podido dejar entrar, porque no estaba en ninguna parte.

Invadida por la soledad hasta el dolor más insoportable, sintiendo que ya nada ni nadie podría volver a internarse en mi vida y enriquecer mi existencia de ningún modo.

¿Cuál es el sentido de nuestra existencia? Algo en mí busca eso que le falta, que le ha faltado siempre y jamás pudo encontrar. Lo peor. Pensar, sentir, saber que lo ha encontrado y de nuevo existir obstáculos para poder entregarse a él en cuerpo y alma.

En cuerpo y alma, sí. El sumun total. Cerrar los ojos y dejarse llevar por la paz de saberse perdida en unos brazos de verdad. Poder olvidar las caretas, los miedos, las incertidumbres y ser totalmente consciente de que con la fuerza de dos, se puede luchar a tan gran escala que nada se puede tornar imposible de lograr.
Anhelo fundirme en esos brazos protectores que dejarán mi alma desnuda ante su ser, así como él quedará ante mí tras nuestro abrazo inmortal y todo ello dará paso a una total entrega mutua que proliferará los frutos de nuestras obras en este mundo y multiplicarán los logros alcanzados, aumentando nuestras fuerzas hasta lograr incluso lo no soñado por ambos en el pasado. Entonces el pasado, pasado será y ya no volverá nada a hacernos daño y no volverá a existir la lucha en soledad porque ahora ya sumamos nuestras fuerzas para la batalla final.
Uno más uno es mucho más que dos. Es un mutuo crecimiento de mentes y de almas.

Sé que llega una nueva etapa en la vida que debo enfrentar con valentía y así lo haré. Y como luchadora inagotable que soy sé que el triunfo estará en mi mano un día, porque puedo prometer y prometo que jamás dejaré de luchar por lo que deseo, porque lo que es mío, ya me pertenece y sin dudas lo obtendré.
«Te busco incesantemente por los lugares de ensueño en los que la fría luz te baña y la oscuridad te mece. Te busco, para habitar la cueva junto a ti, para perderme contigo bajo las aguas y caminar, codo con codo, por el abrupto sendero que lleva a ninguna parte»